La desviación perversa en los vínculos de familia representa una tentativa por anular la diferencia del otro. Se vive el deseo del otro como una insubordinación o el tener pensamiento crítico. Esto es rechazado y envidiado al mismo tiempo.
Según la definición de Laplanche y Pontalis, la neurosis familiar se refiere al "hecho de que, en una familia determinada, las neurosis individuales se complementan entre si, si se condicionan mutuamente, con el fin de destacar la influencia patógena que la estructura familiar, principalmente la de la pareja principal, puede ejercer en los hijos (....).
René Laforgue insiste en particular en la influencia patógena de una pareja paterna constituida según una cierta complementariedad neurótica. Pero hablar de neurosis familiar tiene que ver menos con enfatizar la importancia del entorno que con el papel que desempeña cada miembro de la familia en una red de interrelaciones inconscientes.
Otros hombres colocados en la misma situación y con temores similares ensayan un método diferente al de la fuerza física; es la fuerza psíquica de la manipulación, de la persuasión y del utilitarismo. Entramos entonces en el dominio del vínculo perverso.
También las mujeres pueden ubicarse como dominadoras; con frecuencia es un juego alternativo, siendo cada uno a su turno el amo. También se encuentran mujeres que golpean a sus esposos o que los manipulan, o mujeres que reaccionan con defensas perversas frente a esposos que maltratan físicamente. En el campo de estos horrores, se pueden encontrar todas las variantes y combinaciones posibles. En la familia, podemos buscar la fuente de muchos de estos excesos en la forma en que es vivido el cuidado, el don y la generosidad. Los padres tienen una función esencial en la formación de los hijos.
Pero quedar en deuda con la familia hacia sus padres puede desarrollar en el hijo un sentimiento abrumador, conduciéndolo a veces al autosacrificio. Si los padres no son capaces de renunciar a ciertas exigencias, pueden querer culpabilizar a los hijos recordándole lo que han hecho por ellos y ordenarles indirectamente lo que pretenden. Dar se convierte en un medio de presión tan poderoso como frustrar. Los padres súper-generosos también llegan a ser tan destructores como los padres debilitados. En este caso, se ponen en juego mecanismos perversos.
Rasgos de la perversión moral :
El funcionamiento perversoen la familia está marcado por una conducta abusiva. “El agente” hace actuar a su víctima sin que ésta lo sepa. La complejidad de su actuar indirecto y a distancia. Una de las características de la perversión en la familia o en la pareja es la utilización del otro, de sus recursos, de su saber, de sus talentos. Los argumentos sirven para justificar las actuaciones. El perverso puede iniciar a su víctima en la vida profesional (por ejemplo el Pigmalión).
Para esto, trata de probar que su “alumno”, el o la pareja, está incompleto. Esto justifica los sacrificios, los renunciamientos y las reprimendas; al mismo tiempo el alumno debe reconocer que le son necesarias. Los maestros más poderosos juegan con la libertad concedida, con los buenos sentimientos.
El agente, su víctima y el testigo... Fuese como fuese, no es que para el perverso el otro es totalmente inexistente; al contrario, le importa que tenga presencia para anularlo.
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