Como hemos explicado anteriormente en otros pots de este blos, que el alimento divino no ingerido , se convierte en un monstruo poderoso que se manifiesta en el hombre a través de los instintos, de forma súbita e irracional.
Los Luciferes son, en resumen, el carburante del hombre actual. Ellos dirigen nuestra evolución a través del cerebro y nos ayudan a comprender intelectualmente la Obra Divina.Pero esta ayuda no tiene que ser eterna. Un dia u oro deberemos ser capaces de prescindir de sus servicios, es decir, de desalojarlos de nuestro interior, y este proceso ha de ser paulatino. Estamos habitados por dos tipos de fuerzas: Las angélicas y la luciferianas. De las primeras recibimos alimento subllimes que dan lugar a impulsos también sublimes, a buenas acciones, a sentimientos y pensaminetos elevados y altruistas.
De las segundas recibimos impulsos contrarios al orden divinos, que nos llevan igualmente al conocimiento divino , pero por el camino doloroso de la experiencia material.
Los Luciferes nos ayudan , pues, a descubir la verdad por contraste, por oposición al impulso que que ellos promueven en nosotros por sus fuerzas; "al revés te lo digo para que me entiendas".
Podemos decir que toda la organización social actual es de corte luciferiano, o sea, diabólico, ys que está basada en el enfrentamiento, en la competitividad, en la opisición, en la victoria del más fuerte.
De todo ello se deduce que no exise un poder de las tinieblas como hemos creìdo equivocadamente hasta ahora, inducidos por la enseñanzas religiosas.
Los poderes diabolicos luciferianos no son generadores de fuerza, sino meros administradores de las energias CREADORAS QUE "CAEN" EN SUS MANOS, DESPERDICIADAS POR LOS HOMBRES.
EL DEMONIO, LO MISMO QUE DIOS, NO ES UN SER ANTROPOMORFO , sino un impulso , una fuerza que en un momento dado nos habita y nos impulsa a construir el mundo con las medidas y herraminetas diabólicas, es decir a través de un proceso separativos y disgregador de la esencia divina.
Los Luciferes sacan su poder los hombres, un poder proporcional a los desechos que producimos, a nuestra incapacidad de asimilar y cristalizar las energias, que son los programas que los instructores angélicos -Los Genios- no han conseguido hacernos aprender. En este sentido , ha y tres formas de utilizar la energia creadora : transformarla en actos inmediatos, almacenarla en nuestros depósitos internos para una posterior utiización o de jar que se derrame en el abismo, que es lo que hacemos la mayoria de las veces..
Aumentaron los avistamientos dentro de los laboratorios, instituciones de enseñanza superior ordenadores, cerebros y cuerpos.
En todas partes podían encontrarse demonios instalados en fronteras y encrucijadas; a veces interceptaban individuos, materiales, mercancías o mensajes, y otras veces, los dejaban pasar.
Como era habitual en ellos, los demonios ofrecían oportunidades. Entre los nuevos aficionados del demonio de Maxwell , se encontraba Jack Dorsey, que pronto seria conocido como uno de los fundadores de Twittr. conocido por su "nom de plum" cibernético "JackDaemon @ , el joven emprendedor explicó por qué se tatuo #odaemon!? en su brzo izquierdo con grandes letras negras:
demonio : un ángel de fondo, en términos informáticos, un proceso en segundo plano, vivo en el fondo, me esfuerzo por estar detrás de la cortina con esa influencia sutil, ahí es donde siempre me he encontrado, me gusta profundizar, descubrir cómo funcionan las cosas debajo de las sábanas y los pensamientos, esto también apunta al a teoría del caos y e efecto mariposa.
Jack Dorsey fue uno de los cofundadores de Twitter, junto a Evan Williams y Biz Stone. Fue en el año 2006, cuando se le ocurrió crear una red social donde la gente pudiera publicar sus pensamientos, en no más de 140 caracteres al instante. Como existía Facebook, intentó hacer algo diferente.
Poco a poco, este experimento se fue convirtiendo en una de las redes preferidas de los usuarios. La restricción de caracteres de los mensajes obligó a las personas a convertirse en escritores con gran poder de síntesis .
El demonio de Maxwell es una máquina imaginada por James Clerk Maxwell en 1897. Este artefacto hipotético aprovecharía las fluctuaciones térmicas para obtener energía, en aparente violación del segundo principio de la termodinámica. Ahora, investigadores de la Universidad de Barcelona han presentado la primera solución teórica y experimental de una versión continua del demonio de Maxwell en un sistema de molécula individual. Los resultados, publicados en la revista Nature Physics, pueden tener aplicaciones en otros ámbitos, como los sistemas biológicos o cuánticos.
«A pesar de su sencillez y la
gran cantidad de trabajos publicados en este campo, esta nueva variante
del demonio clásico de Maxwell no había sido estudiada hasta ahora»,
explica Fèlix Ritort, catedrático del Departamento de Física Fundamental
i miembro del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología (IN2UB). «En
esta investigación —añade Ritort—, hemos introducido un sistema capaz de
extraer arbitrariamente grandes cantidades de trabajo por ciclo
mediante mediciones repetidas del estado de un sistema».
Buscar el momento propicio
La espera de una ocasión propicia de la que sacar partido es una
experiencia que todos conocemos. Este patrón de comportamiento es el
mismo que el de un especulador que está esperando aprovechar una
fluctuación en la bolsa o la de un depredador bien mimetizado que espera
a que una presa distraída se ponga a su alcance. «Desde el punto de
vista termodinámico, la búsqueda de ocasiones propicias —que tiene
cierto componente intuitivo— es lo que consume la mayor parte de la
energía. La pregunta es si es posible conseguir la misma energía del
evento propicio que la invertida en el proceso de búsqueda, es decir,
mediante un proceso termodinámicamente reversible», explica Marco
Ribezzi, investigador de la UB y de la Escuela Superior de Física y de
Química Industriales de París (ESPCI París/CNRS).
«Nuestros experimentos demuestran que es posible encontrar el evento
propicio, y a la vez poco habitual, y aprovecharlo de forma reversible.
Estos resultados ponen en evidencia una estructura termodinámica
subyacente a un problema general que puede encontrar muchas
aplicaciones, por ejemplo en el campo de la biología», apunta Ribezzi.
Según los investigadores, el demonio de Maxwell continuo podría tener
consecuencias en la autoorganización y los procesos de selección que
tienen lugar durante la evolución de la materia biológica. Por ejemplo,
este dispositivo podría ser relevante en la regulación de redes
biológicas en el caso de la generación, transmisión y transducción de
señales a través de las membranas celulares.
Concretamente, la comprobación experimental se ha llevado a cabo en un
sistema de pinzas ópticas que permite manipular una molécula cada vez,
en este caso una molécula de ADN. Aplicando suficiente fuerza sobre esta
estructura, es posible desplegarla, pero si la fuerza es
suficientemente pequeña, el estado desplegado se vuelve más y más raro,
con lo que se llega a ese momento preciso que se buscaba. Cuando la
molécula se encuentra en un estado raro o poco habitual, tiene más
energía y es posible aprovecharla. «Cuanto más raro es el evento, más
nos costará encontrarlo, pero más energía podremos obtener de él»,
precisa Ribezzi.
«La sorprendente complejidad de la materia viva podría verse como el
resultado, a lo largo de diferentes períodos evolutivos, de un gran
proceso de extracción de energía en entornos adecuados para almacenar
grandes cantidades de información totalmente oculta por el ruido y la
aleatoriedad», concluye Ritort, también miembro del CIBER de
Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN).
Dentro del programa Future and Emerging Technologies (FET), esta
investigación se ha llevado a cabo en el marco del proyecto europeo
Information, Fluctuations, and Energy Control in Small Systems (INFERNOS),
cuyo objetivo es la realización experimental del mecanismo de Maxwell a
nanoescala, es decir, la creación de nanodispositivos electrónicos y
biomoleculares que sigan el principio del demonio de Maxwell.
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