Según La Càbala el ser humano está compuesto por tres partes: El cuerpo, el alma y la mente. Conforme a la Ley de creación que nos muestra el sistema Sefirótico, cada una de estas partes es reflejo una de otra y encierra una imagen de las otras dos; dichas subdivisiones ternarias pueden continuarse, según la doctrina de los rabinos iniciados, hasta llegar a los más infimos detalles fisiológicos, o a los movimientos más sutiles del ser psiquico.
Al contrario de lo que afirman los teólogos católicos, los filosofos ateos o los heresiarcas gnòsticos, que no han llegado a comprender el verdadero sentido de los textos que tienen ante sus ojos, esta división ternaria, que supone la existencia de Dios y la inmortalidad del alma, está expresada abiertamente en los libros de Moisés y más concretamente en el Sepher.
La parte inferior del ser humano es llamada en hebreo Nefesk ; la parte mediana, la mente, se denomina Rouash y la parte superior Neshamah .
"Estas tres partes fundamnetales del hombre, según el Cabalista contemporáneo Carl de Leiningen, no estan completamente diferenciadas ni separadas; por el contrario, debemos comprenderlas como superpuestas una a otra dela misma forma que los colores del espectro, los cuales, aunque forman una serie sucesiva, no se distinguen totalmente entre si, sino que están confundidos unos con otros".
El estado feliz o desdichado de los Espírítus es inherente a su grado de adelanto moral; el castigo que sufren es consecuencia de su obstinación en el mal.
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