Los ángeles malignos: ¿Quién es el diablo? ¡Quién es el maligno?

La contradicción existente en nuestra sociedad entre un mundo que se desarrolla alejado de las tradiciones religiosas y el aluvión de obras literarias  con asuntos transmundanos (ángeles, demonios, vampiros, cielo, infierno…), me ha llevado  reflexionar sobre lo que llamaria la “paradoja del ateísmo”. ¿Cómo es posible tanta producción literaria basada en personajes y figuras que tienen su origen en el universo mental de las religiones cuando la vida cotidiana de los lectores de las mismas parece muy alejada de dichas cuestiones religiosas? A partir de esa constatación, se

realiza una indagación en busca de las principales figuras de origen religioso que pueblan la literatura juvenil actual, analizando sus raíces y el significado simbólico de las mismas. El término deriva del verbo hebrero satan, que significa oponerse, aunque una traducción posterior lo cambió a diábolos, a su vez traducida del latín diabulus, lo cual dio origen al término diablo. Ambos nombre se emplean genealmente como sinónimos.Satán es la personificación del mal y de las cualidades negativas de la Humanidad, y es entendido como tentador, impostor y mentiroso, así como la causa de los sentimientos y las acciones inmorales, y cuyo poder de muerte y destrucción sobre los cuerpos y almas dura ya muchos siglos.En la literatura judia, Satán residia junto con otros poderes demoníacos y negativos en la atmósfera inferior, un lugar impreciso.En el antiguo Testamento se emplea incialmente el nombre de Satán, pero posteriormente ya sólo encontramos la palabra Diablo, el cual puede asumir formas humanas o animales para tentar a los hombres.

No puede haber ninguna duda de que la concepción popular del Diablo es principalmente debida al trabajo de Milton ( El Paraiso Perdido), pero cuando buscamos evidencias escritas que apoyen su teoría, siempre acabamos ojeando varias partes de la Biblia en las cuales pueden encontrarse argumentos que complementan a Milton.