El Arcano de las cartas del tarot #ElJuicio, El juicio es el penúltimo arcano mayor del tarot número 20. El Juicio
es una carta del tarot que puede ser sencilla de interpretar debido a
su contundente mensaje, como todos los demás por supuesto, ha sido
diseccionado en incontables ocasiones. Su interpretación en los
diferentes contextos en los que puede aparecer en las lecturas
(relaciones, trabajo, dinero, desarrollo personal, etc…) suele obtener
un elevado tanto por ciento de consenso entre quienes leen el Tarot.
En esta ocasión presento el Arcano como representante del
Subconsciente, el Consciente y el Supraconsciente desde la visión de la
filosofía HUNA. No me extenderé en explicar en qué consiste, solo
resumirla en que hunde sus raíces en el #Chamanismo
Lo interesante de esta filosofía es que diferencia 3 niveles del Yo.
Uno es el del Subconsciente o Yo Básico (UNIHIPILI), que registra
primeramente la emoción, después la imagen y por último las palabras que
ha escuchado. Es el “lugar” donde reside la memoria, en suma que
podemos asociarlo al inconsciente de la psicología occidental. Así pues,
rige las reacciones emocionales inconscientes. Ahí habita el Niño
Interior y cuenta con su propio lenguaje analógico. Es a donde nos
dirigimos cuando efectuamos una buena lectura de Tarot y, por
Sincronicidad, emerge y se manifiesta.
Después tenemos el Yo Medio que se corresponde con el Consciente y
que en lenguaje HUNA se denomina UHANE. Es quien piensa, organiza y
proyecta. Como vemos, se corresponde con el Consciente que manejamos
habitualmente.
Y el tercer nivel es lo que en HUNA se conoce como Supraconsciente
(AUMAKUA), que podríamos asociar con lo que conocemos por Yo Superior,
que está en contacto con la Divinidad y nos impele a transformarnos y a
evolucionar.
Curiosamente según la filosofía HUNA, el Consciente solo se puede
comunicar en sentido ascendente con el Supraconsciente a través del
Subconsciente. Éste traslada las peticiones del Yo Consciente al Yo
Superior, y éste responde, ahora sí, al Yo Medio o Consciente.
Parece un galimatías pero es bastante sencillo de entender. Al
contemplar el Arcano del JUICIO, y dejando de lado todas las
descripciones e interpretaciones que se le suponen, me ha parecido
adecuado analizarlo desde esta óptica HUNA.
Así, la figura central de color azul celeste que emerge de la tumba,
la asocio al Subconsciente o Yo Bäsico. Metafóricamente habita la
profundidad para surgir en las ocasiones en la que toma protagonismo.
Las dos figuras de los lados representan el Consciente, el Yo Medio.
Están ahí en la superficie y no han tenido acceso al Subconsciente hasta
que éste se ha hecho visible.
En lo alto queda, pues, el Supraconsciente. El Árcangel conectado con
la Divinidad transmite sus mensajes para que sean comprensibles para el
Yo Medio. Representa al Logos Superior, la palabra como vehículo de
expresión divina. Y la palabra se transmite a través del sonido, de ahí
la gran trompeta que se ve en la imagen.
Con esta imagen en mente, la carta del JUICIO se convierte en
depositaria de toda una psicología que incluye esos tres Yoes que
dirigen nuestra vida. Es curioso que la figura que representa al
Subconsciente es de color azul y da la impresión de que es un ser
andrógino ya que si nos fijamos bien una parte de su cuerpo contiene
formas femeninas y la otra parte formas masculinas. Con ello nos
comunica que el Subconsciente engloba ambos géneros y su color azul
celeste nos da pistas de por qué es este personaje quien se puede
comunicar de forma activa con el Supraconsciente.
Podemos, si queremos, explorar otros aspectos de la carta. Si el Niño
Interior reside en el Inconsciente, sería lógico interpretar que las
figuras que se encuentran a su lado, el Yo Medio o Consciente (¿sus
padres metafóricos?), deberían velar por la “salud emocional” del mismo.
El Arcángel situado en lo alto de la carta, ya he comentado que
representa al Yo Superior. Tiene una visión elevada del pasado, el
presente y de la parte de futuro ya cristalizada. Nos acompaña en la
realización de la vida. Se convierte en el contacto con los niveles de
conciencia más elevados. Sabe que podemos crecer mediante nuestras
propias experiencias, no interfiere en nuestras elecciones conscientes
ya que contamos con el Libre Albedrío. Nosotros elegimos la ruta de
nuestra vida pero no podemos cuestionar el destino.
El Supraconsciente nos envía constantemente mensajes para recordarnos
nuestro rumbo, orientando nuestros pasos. El problema es que no siempre
los escuchamos, distraídos en nuestra guerra con el Inconsciente.
Únicamente si estamos presentes podemos escuchar sus mensajes. El
Arcángel no para de hacer sonar su trompeta, la cual, fijémonos bien, no
se apoya en su boca, sus mansajes no son de índole mental, así que
debemos estar muy atentos para recibirlos y desencriptarlos.
Para finalizar, el Arcano del JUICIO nos habla de dar un paso
definitivo, evolutivo, transformador. De alguna manera nos propone una
Iniciación, no exenta de dolor, dirigida a elevarnos sobre la
mediocridad y poder así alcanzar niveles de Conciencia más inclusivos,
más compasivos, que inviten al Ego a hacerse a un lado para que el Ser
Esencial que somos se manifieste en todo su esplendor.
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